El root (o acceso root) representa el nivel máximo de privilegios y control que se puede tener sobre un dispositivo, especialmente en sistemas operativos basados en Unix como Android o Linux. Es el equivalente a tener las «llaves maestras» del sistema, permitiendo modificar absolutamente cualquier aspecto del dispositivo.
La popularidad del root se debe principalmente a la búsqueda de libertad y personalización. Los usuarios más avanzados desean tener control total sobre sus dispositivos, sin las restricciones impuestas por los fabricantes. Esto les permite optimizar el rendimiento, modificar aspectos del sistema que normalmente están bloqueados y utilizar aplicaciones más potentes.
Sin embargo, obtener acceso root también conlleva riesgos significativos. Al tener acceso total al sistema, un error puede causar daños irreversibles al dispositivo. Además, el proceso de rooteo generalmente anula la garantía del fabricante y puede hacer que algunas aplicaciones bancarias o de seguridad dejen de funcionar por motivos de seguridad.
Con el root, obtienes acceso completo para eliminar aplicaciones del sistema (bloatware) que vienen preinstaladas y ocupan espacio valioso. Además, puedes mover apps a la tarjeta SD incluso cuando el sistema no lo permite por defecto.
El root te permite modificar las frecuencias del CPU para obtener mayor rendimiento cuando lo necesites o ahorrar batería reduciendo la velocidad. Esta flexibilidad es imposible de lograr en un dispositivo sin rootear.
Aplicaciones como Titanium Backup te permiten hacer copias de seguridad a nivel sistema, incluyendo datos de apps, configuraciones y hasta mensajes SMS. Esto va mucho más allá de los backups limitados que permite Android por defecto.
El acceso root permite modificar archivos del sistema para cambiar fuentes, sonidos predeterminados y hasta elementos de la interfaz que normalmente están bloqueados. También puedes instalar módulos Xposed para personalizar prácticamente cualquier aspecto del sistema.
Con apps que requieren root, puedes controlar el consumo de energía a nivel kernel, hibernar apps automáticamente y optimizar los procesos del sistema para maximizar la duración de la batería.
El root permite instalar bloqueadores de anuncios que funcionan a nivel sistema completo, eliminando la publicidad incluso en apps que normalmente no permiten bloquearla, mejorando la experiencia de uso y reduciendo el consumo de datos.
Mediante módulos específicos, puedes desbloquear características premium en algunas aplicaciones y juegos. Aunque es una práctica controversial, es una de las ventajas más buscadas por los usuarios que rootean sus dispositivos.
Hacer root en un dispositivo Android puede parecer tentador por las ventajas que ofrece, pero conlleva riesgos significativos que muchos usuarios desconocen. El principal peligro es la vulnerabilidad de seguridad que se crea al obtener acceso root, ya que las aplicaciones maliciosas pueden aprovechar estos privilegios para acceder a datos sensibles.
Otro aspecto crítico es la pérdida de garantía del fabricante. La mayoría de las marcas consideran el rooteo como una violación de sus términos de servicio, lo que resulta en la anulación inmediata de la garantía. Además, algunas aplicaciones bancarias y de pago móvil dejan de funcionar al detectar un dispositivo rooteado.
La estabilidad del sistema también se ve comprometida. Las modificaciones profundas que permite el root pueden causar conflictos entre aplicaciones, cierres inesperados y, en el peor de los casos, un brick completo del dispositivo que lo deja totalmente inutilizable. Los errores en la instalación de ROMs personalizadas o modificaciones del sistema pueden requerir la restauración completa del dispositivo.
El proceso de rooteo también expone al usuario a riesgos de privacidad. Las aplicaciones con privilegios root pueden acceder a información personal como historial de navegación, datos de ubicación y comunicaciones privadas sin restricciones. Esto es especialmente peligroso si se instalan aplicaciones de fuentes no confiables que pueden aprovechar estos privilegios elevados.
Antes de aventurarte a rootear tu dispositivo Android, es fundamental verificar si tu modelo específico es compatible con este proceso. No todos los teléfonos pueden ser rooteados, y algunos presentan mayores dificultades que otros.
Para comprobar la compatibilidad, puedes consultar foros especializados como XDA Developers, donde encontrarás información detallada sobre tu modelo específico y las herramientas disponibles para rootearlo. Es importante buscar experiencias de otros usuarios que hayan rooteado el mismo dispositivo.
Ten en cuenta que algunos modelos pueden perder la garantía al desbloquear el bootloader, incluso antes de realizar el root. Además, ciertos dispositivos empresariales o de gama alta pueden tener Knox u otros sistemas de seguridad que se dañarán permanentemente con el proceso de rooteo.
La mayoría de fabricantes establecen claramente que rootear un dispositivo anula automáticamente la garantía del fabricante. Esto significa que cualquier problema posterior, incluso si no está relacionado con el root, podría no estar cubierto por el servicio técnico oficial.
Al obtener acceso root, el dispositivo queda más expuesto a amenazas de seguridad, pero lo que las marcas no revelan es que muchas de estas vulnerabilidades ya existen en el sistema original. El root simplemente las hace más visibles y manejables para el usuario avanzado.
Aunque las marcas advierten sobre la incompatibilidad con aplicaciones bancarias y de pago, la realidad es que existen módulos como Magisk Hide que permiten ocultar el estado root de forma efectiva. Muchos usuarios rooteados utilizan estas apps sin problemas, aunque los fabricantes prefieren no mencionar esta posibilidad.
Los fabricantes tampoco suelen mencionar que es posible revertir el proceso de root para restaurar el dispositivo a su estado original. Esto puede realizarse siguiendo los procedimientos correctos, permitiendo recuperar la garantía en algunos casos, aunque dependerá de la política específica de cada fabricante.
Rootear un dispositivo Android en 2024 presenta menos ventajas que hace algunos años, principalmente porque los fabricantes han incorporado nativamente muchas funciones que antes solo eran posibles mediante root. Sin embargo, aún existen razones válidas para considerar el rooting en casos específicos.
El principal inconveniente del root en 2024 es la pérdida de funcionalidades de seguridad y la imposibilidad de usar ciertas aplicaciones bancarias o de pago móvil. Google Pay y muchas apps financieras dejan de funcionar al detectar el root, lo cual puede ser un impedimento significativo para muchos usuarios.
La mayoría de las características que antes requerían root ahora están disponibles de forma nativa en Android 13 y 14, como la personalización profunda del sistema, el modo oscuro avanzado o el control granular de permisos. Además, los fabricantes ofrecen más opciones de personalización en sus capas de personalización, reduciendo la necesidad de rootear.
Para usuarios avanzados que necesitan funciones muy específicas como ejecutar un firewall a nivel de sistema, modificar los parámetros del kernel o usar apps que requieren privilegios de superusuario, el root sigue siendo relevante. Sin embargo, para el usuario promedio, los beneficios no suelen compensar los riesgos de seguridad y las limitaciones que conlleva.
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